Las rencillas del PSOE hacen saltar por los aires el Pleno final del curso del Ayuntamiento de Sevilla
El presidente Manuel Alés realizó una intervención inédita al inicio de la sesión en la que pidió evitar «el insulto, el desprecio y la burla» entre ediles
José Luis Sanz anuncia que el Congreso votará el martes la concesión de exenciones fiscales al centenario de la Expo del 29 en Sevilla

Hace varias semanas que Antonio Muñoz denunciaba en una entrevista que la crispación se había apoderado de los plenos del Ayuntamiento de Sevilla. El portavoz del PSOE pedía rebajar la tensión en el Salón Colón, pero sin hacer autocrítica de la actitud de ... sus concejales en las intervenciones. Este jueves, a pesar de lo dicho, la situación no distó de lo ocurrido en los meses anteriores: rencores, ataques a la gestión y faltas de respeto que se apoderaron de una sesión que, a priori, no tenía ningún asunto de calado en el orden del día. De hecho, la mañana se inició con una intervención del presidente Manuel Alés en la que daba cuenta de un pacto de la Junta de Portavoces por el que se firmaba una tregua para moderar el tono.
«Hemos vivido situaciones lamentables en los últimos plenos», señaló Alés, añadiendo que «es más que saludable la discrepancia política, pero en ningún caso debe permitirse el insulto, el desprecio e incluso la burla entre compañeros». Por ello, mostró la «preocupación» de la Presidencia ante «las faltas de respeto» y recordó que se debe «mantener la dignidad de las personas, de los grupos políticos y de la institución de la que formamos parte». Una paz social que duró muy poco, el tiempo justo de que se iniciara la sesión y llegara el primer punto del orden del día en el que el gobierno de José Luis Sanz planteaba cambiar de Delegación las partidas para la Oficina de Apoyo a la Maternidad y el convenio con la asociación Provida, de Igualdad a Juventud. Un asunto burocrático que despertó la ira de los portavoces de PSOE y Podemos-IU, acusando al ejecutivo de plegarse a las exigencias de Vox para abrir este «chiringuito».
A partir de ahí, el Pleno saltó por los aires. Lo hizo cuando en el mismo punto, la concejal del PSOE, Sonia Gaya, acusó al gobierno de no apostar por la «conciliación» e intentar imponer «un sólo modelo de familia» en la ciudad. «Si verdaderamente apuesta por conciliar, pida a sus compañeros en Madrid que apoyen el Salario Mínimo Interprofesional o la reducción de la jornada laboral», dijo a Juan Bueno. Fue el primer gesto que abría otra vez la puerta del Salón Colón al debate nacional, alejado de los intereses de los sevillanos que se debían tratarse en la sesión. La sensación era que los socialistas seguían incómodos en la oposición, a pesar de que han pasado dos años de las elecciones que le dieron la Alcaldía al PP. Cada intervención de los delegados era respondida con un ataque fuera de micro de los ediles del PSOE, dificultando que el Pleno se celebrara con normalidad. Ocurrió también cuando no prosperó su moción sobre su visión catastrófica de la sanidad. «Esto es culpa de M. Bonilla», espetó la concejal Nani Aguilar.
Los refugios climáticos
El cara a cara entre José Luis Sanz y Antonio Muñoz llegó en esta ocasión en una pregunta del portavoz socialista sobre los refugios climáticos que abrió el Ayuntamiento durante la ola de calor de finales de mayo. «Anunciaron un plan de contingencia con la apertura de cinco centros deportivos y once puntos de abastecimiento de agua. ¿Y saben qué? No abrieron ninguno de ellos y los trabajadores no sabían nada», denunció. El alcalde aseguró que sí se habían abierto, aunque reconoció que «estudiaremos si se produjo alguna incidencia concreta». Al líder del PSOE no le convenció el argumento y lo acusó de «mentir» o de que «esa información que le han preparado es falsa», para acabar derivando el debate en los cortes de luz. El primer edil fue tajante: «Este gobierno en sólo dos años ha hecho mucho más para evitar los cortes de luz en esta ciudad que ustedes en ocho años y que usted en un año de alcalde».
El tono bronco en la bancada socialista se iba encendiendo poco a poco, también cuando la portavoz de Vox preguntó a Sanz por la falta de apoyo del Gobierno de España a la conmemoración del centenario de la Expo del 29, después de que el Ejecutivo haya negado hasta en dos ocasiones que se declare este aniversario como Acontecimiento de Excepcional Interés Público (AEIP), posibilitando así las bonificaciones fiscales a los eventos que se organicen. «No lo vamos a tener por decisión expresa de la candidata a la Junta de Andalucía, que también es ministra de Hacienda, la señora María Jesús Montero, que ha demostrado el sectarismo que le caracteriza», dijo Cristina Peláez. El alcalde, que anunció que el martes volverá a votarse este tema en el Congreso, hizo gala de un tono conciliador al asegurar que esperaba que la iniciativa «sí tenga el apoyo del PSOE y que se lo tomen en serio», pues es «fundamental» para el futuro de la ciudad y para que «recuperar el liderazgo con Iberoamérica».
A partir de ahí, fue la concejal de Podemos, Susana Hornillo, la que se lanzó a por Sanz al acusarle de disparar los precios de las VPO. «Dígale a Pedro Sánchez que limite el precio de la vivienda», respondió el alcalde. Un asunto que volvió a encender el Pleno y que obligó al presidente a llamar al orden en varias ocasiones a los ediles y a desalojar hasta dos veces a parte del público. Visto lo visto, el decoro se queda como asignatura pendiente para septiembre.
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